Natalia Naranjo, oriunda de Tuluá, Colombia, tenía apenas dos años y el arte ya era parte de su vida: la guitarra, la danza, el teatro e incluso el ballet la acompañaban, y cuando tenía once empezó a tocar en vivo. A sus 15 años ya componía sus propias creaciones, y hoy, con 32, Natalia —compositora, vocalista y guitarrista licenciada en música de la Universidad del Valle — prepara el lanzamiento de su primer álbum de estudio, “Punto de vista”.
“Durante este año he venido trabajando y soñando ‘Punto de vista’. Mi primera producción discográfica con canciones todas de mi autoría y los aportes y participación de otros artistas. Hemos estado en el estudio haciendo algunas pruebas y grabamos “Don Sebastián” el primer sencillo (…) Estoy muy emocionada, va a ser un disco muy lindo con muchas historias para compartir y la colaboración de excelentes músicos y amigos. Esperamos lanzarlo a mediados del próximo año”, cuenta.
La artista adelanta que su debut será un álbum ecléctico y rico en alternativas, “una amalgama de todo lo que llevo dentro, de lo que he soñado, imaginado, leído, de las historias de otros, de mis cuentos, poemas y fantasmas”.
Natalia ha desarrollado una carrera independiente, por lo que ha enfrentado algunos escollos en su camino. Sin embargo, cuenta que ha logrado “superar cada situación gracias a mi dedicación y esfuerzo y al apoyo de las personas que me rodean”. Además, debe enfrentarse a otras dificultades, como una industria que generalmente tiende a priorizar al contenido extranjero por sobre el local.
“En Colombia la música local tiene menor presencia que la música extranjera y eso se debe a la poca difusión, a la falta de estrategias de divulgación de nuestra propia música”, comenta.
-¿Crees que el trabajo de un autor o compositor de música es valorado por la comunidad como un trabajo o más bien como un pasatiempo?
– En mi país ser músico, componer o escribir generalmente es visto como un pasatiempo, pero parte de nuestra misión es cambiar poco a poco esta idea, concientizando a las personas para que consideren la carrera musical como un oficio digno y muy exigente, que merece respeto y justa remuneración.
-¿Cómo evaluarías las políticas de fomento que existen en Colombia para fomentar e incentivar la creación musical?
– Hay algunos estímulos, concursos y becas para creación, pero no satisfacen las demandas y necesidades de la comunidad artística. Necesitamos tener más oportunidades para elevar la calidad y cantidad de las propuestas artístico-musicales de nuestro país.
