Alejandro Guarello
Compositor
Presidente de ALCAM
Varios de nuestros países latinoamericanos están enfrentando situaciones complejas que afectan directamente a los ciudadanos.
Sin lugar a dudas, los músicos nos vemos directamente afectados por lo que solidarizamos con muchas de las posiciones de diferentes ciudadanos que participan en las actividades de protesta cívico-culturales y manifestaciones pacíficas populares.
La música, es decir nuestro trabajo, también vive problemas que se extienden por muchos años generados por las grandes empresas y editoriales, pero por sobre todo la industria digital, quienes se aprovechan utilizando nuestras creaciones, nuestro trabajo, sin reconocernos el legítimo derecho a recibir una remuneración justa a través de nuestros derechos autorales.
Desde hace ya casi siete años, los autores latinoamericanos nos hemos organizado reuniéndonos en nuestra Alianza de Autores y Compositores (ALCAM) y junto a otras alianzas continentales o regionales como la europea (ECSA) , la africana (PACSA) , la norteamericana (MCNA) y la de Asia Pacífico (APMA) estamos luchando por revertir la situación de abuso que la industria ejerce sobre los autores.
La unión de todos nos hace fuerte, como la unión de la mayoría de los ciudadanos frente a los problemas sociales son capaces de revertir la situación que los afecta con consecuencias políticas importantes.
Nosotros aún seguimos trabajando unidos en el plano de las conversaciones con la industria digital. Algunas cosas se han logrado: como el reconocimiento de los créditos autorales en Spotify, o algunos resguardos en YouTube. Pero la forma de pago de nuestros derechos y las tarifas de los mismos es una de las principales tareas y objetivos que los autores tenemos los creadores que solucionar.
¿Llegará el momento de tomar acciones de coerción de nuestra parte?
¿Cuáles serían esas acciones?
¿Será posible encontrar alguna forma de presión frente a la industria?
Sin duda, la industria musical global aprovecha nuestra condición individual como creadores, pero nuestras sociedades de gestión colectiva, que a su vez se unen bajo el Comité Latinoamericano de Sociedades de Autores que a su vez se une bajo el alero de la CISAC (Confederación Internacional de Sociedades de Autores y Compositores) podemos buscar soluciones.
El CIAM (Consejo Internacional de Autores de Música) al cual pertenecemos como alianzas regionales estamos trabajando junto a la CISAC y a todas las organizaciones de artistas para lograr nuestro objetivo.
Hoy se hace necesario que cada uno de nosotros comuniquemos estos problemas al público, a nuestros seguidores a través de las redes sociales de esta injusticia global en la que la industria vende nuestras creaciones, nuestros fans y seguidores pagan directa o indirectamente por nuestras obras y se queda con el gran porcentaje de los recursos perjudicando seriamente a quien es el pilar de la industria: LOS CREADORES.
La gente común debe enterarse de este problema y si logramos la solidaridad y comprensión de nuestro público, lo podremos sumar a nuestro apoyo.
La unión de todos hace la fuerza y hace posible cambiar el status quo..