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El colectivo se ha convertido en un espacio de unión para mujeres jazzistas de América Latina, ha participado en importantes instancias del género y trabajan para lanzar un primer recopilatorio de sus creaciones.

Con el objetivo de dar mayor visibilidad e impulsar el trabajo de las mujeres creadoras de Jazz en Latinoamérica, a fines del 2020 -y en plena pandemia- se fundó el colectivo Mujeres de Iberoamérica en el jazz (MIJ), ideado por la saxofonista, flautista y compositora uruguaya Patricia López. “Desde el inicio mi propuesta fue contactar mujeres compositoras, intérpretes, cantantes e instrumentistas que se encontraran produciendo música propia, gestionando proyectos en conjunto e impulsando al estilo del jazz dentro de nuestra región”, recuerda López en entrevista con Alcam.

Fue así como primero contactó a tres creadoras e intérpretes de jazz de Chile y Argentina, quienes se sumaron a López y comenzaron a impulsar proyectos musicales y participaciones en espacios como el renombrado festival Washington Women in Jazz de Estados Unidos, en su edición virtual de 2021. Poco a poco el colectivo comenzó a expandirse y contar con más mujeres, con quienes López había compartido en el circuito de música profesional. A la fecha cuenta con integrantes de países como México, Guatemala, Colombia, Perú y Uruguay. “El colectivo irá convocando a nuevas integrantes a medida que vayamos conociendo sus composiciones, considerando proyectos que estén alineados con los sus objetivos principales, que implican potenciar la creación propia y visualizar a la mujer música de Latinoamérica”, comenta López.

Crear y potenciar los vínculos entre artistas es algo fundamental para los creadores, sin distinción de género o estilo musical, dice López, sobre todo en una industria que se transforma día a día. “Como músicas/os debemos estar preparadas/os para funcionar en un mundo cambiante donde solamente tocar en vivo ya no es una posibilidad”, dice.

“Creo que al estar conectada/o con otras/os artistas nos potenciamos, nos inspiramos y nos fortalecemos para componer, aprender, desarrollar la música de cada una/o, y reconocer en nuestras/os colegas algunos procesos que a veces son difíciles de transitar individualmente”, agrega. 

¿Crees que en el jazz existen suficientes espacios de visibilidad para creadoras e intérpretes mujeres? ¿Qué dificultades crees que enfrentan las mujeres en la escena?

Históricamente la visibilidad de la mujer en cualquiera de las artes estuvo censurada y en particular el estilo del jazz estuvo protagonizado por el género masculino. Quizás por el hecho de asociar a la mujer con otro tipo de funciones en la sociedad, por asignarnos cierta “debilidad” o “limitaciones” a la hora de mostrar nuestra esencia femenina y nuestras creaciones. Quizás también por miedo a que seamos las protagonistas dejando al hombre desplazado de su “poder” y el “control” sobre la mujer.

Todo esto ha ido marcando una diferencia en cuanto a las oportunidades para las mujeres músicas, los espacios para integrar/liderar proyectos o participar de festivales como “front women”. Actualmente el trabajo que estamos haciendo varias músicas alrededor del mundo, concientizando y conectándonos para un mismo fin, está generando una repercusión positiva, dando lugar a la reflexión, al cuestionamiento y al cambio de estos paradigmas. Gracias a varios colectivos como “MYDMUS” en Uruguay, se está trabajando para crear la Ley de cupo, donde se establezca la equidad de género en los escenarios, reclamando que todo festival y evento musical que se organice con apoyos gubernamentales y aportes de fondos públicos respete la equidad de género. 

Las dificultades siguen y seguirán existiendo, pero lo más importante es que el primer paso ya lo dimos. Ahora queda continuar trabajando, concientizando y visibilizando nuestros trabajos que son tan valiosos y respetables como los del género masculino. Para que estas diferencias desaparezcan lo primero que hay que cambiar es la división de géneros, la dualidad, la polaridad y aceptar que antes que artistas en oposición somos seres humanos en comunión.

“Hay un gran potencial en nuestra región”

López cuenta que su participación en MIJ le ha permitido conocer más de cerca la realidad del jazz en América Latina, un género que no cuenta con grandes espacios de difusión y masividad en la región, pese a su larga data y a contar con destacados creadores e intérpretes en sus filas.

Eso sí, la creadora valora la creciente cantidad de festivales, espacios de networking y de formación para los artistas del continente, y la riqueza cultural que hace que los lenguajes musicales de cada país se entrelacen con las propuestas de los jazzistas latinoamericanos. “Creo que hay un gran potencial en toda nuestra región”, afirma. 

“A su vez, nuestra cultura musical Latinoamericana es inspiración para grandes referentes mundiales, como por ejemplo para Pat Metheny, quien estuvo residiendo varios años en Brasil para absorber e integrar elementos de la música brasilera que más tarde refleja en sus composiciones. Esta sinergia de estilos musicales es la más interesante porque más allá de los orígenes de cada una/o el objetivo siempre es aprender y enriquecerse de otras culturas para integrar y desarrollar en nuestro arte”, comenta. 

“Creo que el jazz en Latinoamérica y en el mundo está creciendo constantemente y el desafío que debemos enfrentar es que siempre será un género que no se destaca por su masividad, su comercialización o popularidad, sino por la calidad de la música, los mensajes sociales y humanos en su historia, y la comunión entre las/los artistas que nos dedicamos a esta música”, añade.

Un songbook y encuentros presenciales

Hablando de los proyectos a futuro de MIJ, López detalla que el colectivo se encuentra preparando un songbook, una iniciativa que surgió en 2022 y que recopila el trabajo de algunas integrantes del colectivo, con el fin de dar una mayor vitrina a su trabajo. De hecho, esta recopilación digital permitirá que algunas editen por primera vez sus creaciones. “De esta manera buscamos incentivar a las demás compañeras para que puedan publicar sus trabajos en las próximas ediciones”, señala.

López cuenta que a largo plazo planea organizar el primer encuentro presencial de MIJ -hasta la fecha solo han tenido encuentros virtuales-, el que les permitirá “tocar, mostrar nuestros trabajos y enriquecernos aún más con instancias de participación entre nuestros proyectos, master clases y conversatorios con foco en la mujer en la música”.

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